Amigos

Como de costumbre vagaba de un lado para el otro, como lo hago siempre. La gente iba y venia. Yo me fije en aquel hombre solitario sentado en una banca del parque. Me conmovió su soledad. Porque los perros tambien tenemos corazon y creo que a veces mas piadoso que de algunos humanos. Me acerque lentamente para no asustarlo, meneando mi cola en señal de amistad. El hombre me miró y yo tambien lo mire y vi que era muy anciano. Esto conmovio mas mi tierno corazon. Como dije, me acerque a el y me refregué contra sus piernas. El anciano me dijo: amiguito, ¿también te sientes tan solo como yo? Aprete aun mas mi cuerpo contra su pierna, el esturo su brazo y me hizo cariño con su mano. Por lo visto ya eramos amigos. El anciano se paro y empezo a caminar, yo lo segui y me dijo ven conmigo. Te invito a mi palacio. Seguimos caminando por unas callejuelas fea, malolientes y llegamos a su palacio. Era uina choza con techo hecho de cartones. En el suelo un viejo colchon y una rota frazada. Senti lastima. Una pena infinita por el. Y asi decian "vida de perros". Yo, pese a ser un perro callejero nunca la pase asi tan mal. La calle a sido mi mejor maestra y desde chico cuando fui abandonado en un basural aprendi a sobrevivir sin pasarla nada mal. Cogiendo un poco de aca y un poco de alla. Bueno, sigo con la historia. El anciano me dijo: eres mi invitado, pero no tengo nada que ofrecerte. Yo tengo hambre pero estoy muy muy viejo como para trabajar y pensar que tuve tanto. Y mirame ahora, todos se olvidaron de mi, se quedaron con mis bienes y me botaron a la calle. Con la mirada le pregunte: ¿y tus hijos? El parecio adivinar y me contesto: No, no, me case pero no tuve hijos. Los que me botaron fueron parientes de mi esposa. Despues de que ella murio llegaron esos buitres y me echaron a la calle. No supe enfrentarlo y aqui me vez. Bueno amigo, seguro que no tienes nombre. Desde ahora tienes uno, te llamaras amigo. Ven amigo, a dormir. Se hecho sobre el sucio colchon y se durmió. A la mañana siguiente me levante muy temprano. Bueno me dije, es hora de ir en busca del desayuno. Sali y ubique un mercado cercano. Una de las vendedoras se descuido y yo cogi su pollo frito que tenia para desayunar. Con la bolsa , con el pollo heché a correr. Seguido por los gritos de la vendedora. Llegue donde el anciano y le puse el pollo en las manos. Me miro, las lagrimas corrieron por su arrugada cara. Cogio el pollo, me dio un pedazo a mi y el se comio el resto. Asi me las arreglaba para alimentar al anciano. El ya no salia de la choza. Me las arreglaba de mil maneras para alimentarlo pero mejor no les digo como, porque hay cosas que no se deben hacer. El anciano dia a dia se veia mas decaido. Una noche me dijo: amigo, mi fin esta cerca. Te doy las gracias por todo lo que haz hecho por mi. Tu corazon ha sido mas piadoso que el de algunos seres humanos. Cuando tu te mueras, buscame. Alla, donde no hay miseria, maldad, hambre ni frio. Para mi sera un placer el que estes nuevamente conmigo. Al dia siguiente me levante para ir por nuestro desayuno, pero el ya no sufriria mas. Ni hambre , ni frio ni soledad.

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