Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

Sin ti

El árbol en sus ramas Cobija el nido El pajarillo en su refugio No siente frío Mas mi cuerpo aún no muerto Aun no llerto  No es mi amparo Mío no lo siento El frío me cala los huesos Mi pobre boca  Cuánto, cuánto tiempo No tiene tus queridos besos Sin ti he muerto Sin tu mi pobre cuerpo esta seco Ya no tengo mi árbol Y sus amorosas ramas Sin ti ya no peco Sin ti ya nadie me ama No tengo refugio  No tengo sombra Nadie con voz cariñosa  Con amor ni pasión me nombra Solo siento este espantoso frío A Dios, solo amor pido Cuándo ¿cuándo perdí mi nido?

Ya no quiero oscuridad

Estoy en esta oscuridad y no sé cómo salir de ella. Es un túnel que nunca termina. Parece que no tuviese salida. Tropiezo y caigo muchas veces. Pero otras tantas me levanto y sigo. Sé que el camino es duro, muy duro. Pero tengo que conseguirlo. Ahora conmigo no están los amigos que decían que me estimaban. No tengo a nadie de mi lado. Solo tú, madre. Ayúdame tú. Recuerdo cuando me decías que los que estaban conmigo no eran mis amigos, eran todo lo contrario. Me llevaban por un mal camino. Quiero salir de este mal camino. Ayúdame, madre. Yo estoy contigo hijo mío, no estás solo, aférrate a la vida. Mamá, se que voy a salir de esta. Sí, hijo mío, saldrás y verás un mundo nuevo, limpio y habrá una nueva esperanza para ti de vida. Yo estoy contigo como cuando eras niño y cuando te asustabas corrías hacia mí y me decías: "tengo miedo, mamita". Como entonces y como ahora, yo estoy a tu lado hijo, y conmigo muchas otras personas que son ángeles te ayudarán a salir del pozo. Ánimo,

Sin ti, mi amor

Grito tu nombre  Y no vienes Lloro, Lloro y no me consuelas Tengo frío, mucho frío Y no me abrigas Acaricio mi vientre y no lo ves Crecerá, crecerá y no lo verás Nacerá tu hijo Y no lo verás Reiré con él Y no lo escucharás Llevará tu nombre  Y no lo sabrás Caminará y tú no lo guiarás Dirá mamá  y no lo escucharás Gritará papá  y tú no estarás Irá al colegio  y tú no lo llevarás Se hará un hombre  Y no lo verás Cuánto, cuánto te perderás A nuestro hijo nunca lo tendrás Diosito, te llevo de nuestro lado Sin ti mi amor, que solos nos hemos quedado

Mamita Sebastiana

No importa de dónde sea el idioma que hablen, siempre habrán madres sacrificadas llamadas por alguien "Madres corajes". Estuve de visita en un país vecino y me contaron la historia de una de estas madres "Mamita Sebastiana". Por cómo era llamada por sus hijos y por los que llamó por los suyos. Sin hacer preferencia entre uno y otros, Mamita Sebastiana quedó viuda a los 38 años. Tenia 6 hijos nacidos de su matrimonio. Era una señora que tenía un matrimonio sólido. Pero no se confió de eso y siguió trabajando. Surtiendo de comestible a los mineros de unos yacimientos que quedaban algo lejos de su ciudad. Pensaba que tenía 6 hijos que mantener y ver por ellos sola.  Un día llegó a su casa un sobrino. Había quedado viudo al fallecer su esposa dando a luz a su cuarto bebé. El bebé vivió, pero la madre murió. El sobrino llegó con sus cuatro hijos, entre ellos el bebé recién nacido,y le pidió a su tía ayuda para criar a sus hijos. Sebastiana no le pudo decir que no y