Con Bruja y Todo
Aquella mañana, la bruja se levantó con todas las ganas de amaragarle la vida a alguien. Tomó su escoba. Montó, montó en ella y salió disparada a buscara su victima. Sí, la víctima fui yo. Me levanto tempranito a barrer y lavar la entrada de mi casa, justo cuando pasaba volando la bruja Casilda. Miró hacia abajo y dijo: "allí está mi víctima". Lanzó un conjuro a mi personas y se estacionó en el aire para ver el resultado. Yo, ignorante de todo, continué echando agua jabonosa a la vereda. Me di la vuelta para traer más agua y... ¡pum! siento la caída de una persona. Me volteo a mirar y era un hombre joven, que con un maletín en la mano, intentaba pararse, lo ayudé y le pedí disculpas. Cogí su maletin, el se paró y vi con horror que su parte posterior estaba mojada, mojada. Nuevamente me disculpé y le dije, por favor, entre a mi casa para secarle el pantalón. El me miraba con unos ojos al igual que los de un torero cuando van a matar al toro. Me dijo que bueno, ni modo. P