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Mostrando entradas de julio, 2014

Él y ella

Él abrió los brazos Para con amor recibirla La chica corrió hacia él Pero solo era un sueño Él nunca la esperó Cuando ella hacia él corría Él desaparecía Siempre, siempre Se repetía el mismo sueño La chica no entendía Quería comprender Quería entender ¿Por qué siempre, siempre soñar lo mismo? Un día que a su trabajo Apurada, casi corría Tropezó y sintió que caía Unos brazos fuertes se extendieron Y evitaron su caída Levantó sus ojos hacia su salvador Y quedó completamente fría Era él, el hombre con el que soñaba Él la miraba y sonreía Ella solo dijo: Gracias Él dijo: Así, ¿Solo gracias? Ven para que se te pase el susto Te invito una rica bebida Ella se olvidó del trabajo Él estaba junto a ella Allí estaba su sueño Qué cosa más bella Él dijo: Ven conmigo Soy un buen chico Y no te dejaré ir ¿Sabes? Muchas veces soñé contigo Y aquí estás, mi sueño hecho realidad

Para no creer

Hace años me tocó vivir una situación dolorosa y traumática. Mi madre vivía en una ciudad de provincia, la casa era muy grande, la parte del fondo daba a otra calle, junto a ella vivía un sobrino con su esposa, hacía un par de años que se habían casado. Mi madre enfermó gravemente y yo viajé a cuidarla, al llegar allá, me contaron que la esposa de mi sobrino estaba muy delicada de salud. Yo cuidaba a mi madre y mi sobrino a su esposa. Él me preguntaba: "¿Cómo está mi abuelita?" Yo le respondía: "Cada día la veo más desmejorada". A mi vez le preguntaba: "¿Cómo está tu esposa?". Él me respondía: "También la veo muy delicada". Así transcurrieron 6 meses, constantemente estaba nuestros familiares ayudándonos con las enfermas. Mi madre empeoró y murió. Con mi familia hicimos los preparativos para el velorio y después para el entierro. La velamos en la misma casa, al día siguiente fue el entierro. Regresamos, al llegar a la casa, nos dijo mi sobrino

Coquita y Jerónimo

Jerónimo era el gran perro guardián de la niña inválida que su mamá dejaba en silla de ruedas junto a la casa para que se entretuviera mirando a la gente y a los niños que jugaban. El fiel Jerónimo cuidaba de ella , no dejaba que nada se le acercara y si esto pasaba gruñía ferozmente mostrando sus poderosos dientes. La niña le habló a su guardián: "Jerónimo hace días que te notó triste, si pudieras hablar me dirías qué te pasa". Él la miró con su cabezota de medio lado y con los ojos más tristes del mundo: "Ay mi niña , estoy recontra enamorado de Coquita, la bella perrita de la caza grande, pero cuando ella pasa por mi lado me dice "cómo te atreves a mirarme, grandote feo" y se va riendo de mí. Pero cómo te cuento de esto si no entiendes mis ladridos".  La dueña de Coquita la colocaba en la ventana sobre un cojín de seda, la peinaba y le ponía vistosas cintas en su lanudo pelo blanco. Así transcurrían los días para Jerónimo. Pero un día que la contemp

Al final del camino

Contigo llegó el amor Pero también el dolor El deseo de tenerte  El deseo de amarte Mas nunca pudo ser Tuve que dejarte Mataste sin piedad mi alma  Mataste sin piedad mi corazón Ahora para vivir no hay razón Te amé tanto, tanto  Pero tu solo me has dado llanto Mi cuerpo se aleja de ti Pero todo mi ser contigo  Quiere, quiere vivir Con mi pensamiento Estoy contigo Mi gran y único amor Escucha, escucha mi clamor  Escucha, escucha la voz de mi corazón Desesperadamente te llama Por qué ¿sabes? Te ama, te ama Mi existencia estuvo vacía  Y con ansias te busqué, te busqué  Y así, al final de mi camino  En una de sus vueltas te hallé  Por ti, día a día desespero Recuerda siempre que te quiero Tuve otros amores  Pero en mi corazon fuiste el primero

Dile, Dile

Tuve un sueño hermoso Soñé algo lindo, maravilloso Pero el despertar fue doloroso ¿Cuánto duró? No sé ¿Minutos? ¿Horas? ¿Días? No importa cuánto Pero ahora mi corazón está de luto Mi brazo se extendió para retenerlo  Pero no pude hacerlo, lo deje ir Ya nunca más a mí va a venir Mi tiempo para amarlo pasó No pude reternelo  Ahora ¿dónde está? Dime ¿a quién está queriendo? Grito, grito y al viento y le digo  Viento, ve a él y dile cuánto lo amo Le digo a la lluvia Dile que mi llanto  Es por que no está y lo quiero tanto  Sol, dile que no siento tu calor Todo es frío a mi alrededor  Sol, dile que sin él me muero Dile que sin él, de dolor no vivo Dile que sin él, morir quiero  Pero no, tengo que luchar Tengo que volver a vivir  Con él o sin él tengo que existir  Dios me dio la vida y solo él puede decir cuándo será mi fin Resurgiré y me alzaré del dolor Te haré sobre ti una cruz  Y serás un triste pasado Que solo penas me ha dado

Sola

Mi mundo  En el que nadie penetra Al que solo yo Mis penas enseño Tanta gente veo Mas su compañia Nunca deseo Quiero comprenderlos Quiero que me comprendan Mas nunca logro Que ellos me entiendan Mis labios como un ruego Siempre, siempre, tiemblan Mi muda súplica La soledad de mi alma tanto, tanto, me abruma Nunca tuve con quién  Todo esto compartir Quise compartirlo contigo No fuiste nada Ni siquiera mi amigo Quiero paz, quiero calma Quiero, quiero partir