Los Poemas de la Nana

Aquella mañana la gente del circo noto la ausencia de Rulito, el payaso que siempre era el primero en salir de su carpa. Ese día no fue así, Don Roque , el domado, fue a verlo y lo encontró en su cama y le preguntó ¿por qué estás aún en tu cama? ¿no te sientes bien? "Sí", le respondió Rulito: "me siento fatal, don Roque". Don Roque respondió: "voy en búsqueda del señor Saldivar, el sueño del circo, el verá lo que tienes que hacer". Don Roque fue y regresó con el dueño, Rulito le explicó como se sentía. El dueño llamó al médico, el lo revisó y dijo: "es el corazón". Cuando el doctor se marchó, el señor Saldivar le dijo a Rulito: "para ti se acabó lo que haz hecho hasta ahora, te buscaré un trabajo de acuerdo a tu salud. Rulito le dijo: "no, no, seguiré trabajando igual que siempre en lo que sé hacer: hacer reír a la gente por lo que me quede de vida. Esa es mi decisión y le ruego que la respete". Rulito siguió cantando, bailando

Un día muy lejano  hasta esta tierra llegué. Tierra bendecida que tanto amo y ya no más me alejé, con lo brazo abiertos, en su seno de madre buena, Tacna me acogió. Mi corazón hasta entonces, dolorosamente desierto, a su remanzo de paz y de amor infinito por fin llegó. Cuando por tus calles camino, mis ojos se llenan de ti. Cuando distante, me encontraba, desesperadamente, en el regreso soñaba. Yo olvidarte ya jamás pude. Eres tierra buena, la belleza de tus plazas. el gran corazón de su gente. Cuando se hecha raíces, cuando en ti se forma mi hogar. En ti se aprende a vivir, aquí se desea morir. Los que somos tacneños de corazón y por serlo somos felices, entonces estamos perdidos, todo lo anterir queda en el olvido pero perderce en tu cariño. Tacna queqerida. es como vivir adelantando, por Dios, la ternura prometida.

Te lo ruego te lo imploro  No mires dentro de mi  No quiero que me veas  Cuanto cuanto te adoro No mires dentro de mi  No quiero que me veas Que me muero por ti Yo no pido nada Porque se que nunca seré amada No mires dentro de mi  Todos los días muero un poco Cuando no se nada de ti  Sabes? Mi amor es silencioso  Callado , sufrido Pero nadie ni nada me quitara Mi derecho a quererte  No quiero que me veas  No quiero que veas dentro de mi Daria mi vida Mi amor por tenerte Solo dios sabe Cuando daría por verte No quiero que me veas  Esta pobre alma enamorada Esta pobre vida destrozada  Soy yo sólita la que ama tanto  Pero sabes mi amor? Ya no lloro , ya se seco mi llanto Se que nunca me amaras  Este amor es solo mio Pero no importa Porque por ti amo No quiero que mires dentro de mi  No quiero que veas Que se que moriré por ti 

En el humilde pueblo pesquero , entre sus habitantes , todos pescadores , entre sus familias , corrió la voz de que había llegado un forastero , que decía ser periodista de la capital , el reportero caminaba por las polvorientas callesitas del pueblito , se detuvo para hablar con uno de los vecinos , escuchamos que el vecino le decía " dice usted que viene a entrevistarlo , bueno yo le voy a mostrar la casita de jacinto el del milagro , lo llamamos así desde que paso ... ; sera mejor que el se lo cuente , mire , su casita es aquella la pintada de azul , el periodista se dirigió a la casita , que le mostraron , toco la puerta y apareció jacinto , observo su ropa muy humilde , su pantalón con un fajin en la cintura , una camisa abierta que mostraba un pecho musculoso , todo esto lo detallo , miro las humildes sandalias que le cubrían sus pies , por ultimo sus ojos se detuvieron en el rostro del pescador,un rostro moreno quemado por el sol , alfin le hablo , busco al señor jacinto ,

MI CAJITA DE LOS RECUERDOS ¡Mira, mira! mi amor aquí está la cajita, tengo guardados todos, todos nuestros recuerdos, cuando estoy sola sin ti, la abro y saco uno a uno cada uno de ellos. Nuestro amor es y será siempre, siempre hermoso, hermoso, ahora estás lejos de mí. ¿Recuerdas que éramos como dos chiquillos descubriendo lo grande, grande del querer? y ahora no te puedo ver , vivo de esos momentos felices , es tanto, tanto lo que te amo, que aquella tarde te vi a mi lado y solo rogué a Dios: Diosito que él, que él esté bien. Solo te lo conté a ti porque nadie, nadie lo iba a creer, pero mi Señor sabe que es verdad, un amor así no tiene castigo, con el dolor se paga el pecado, el pecado de amar, yo acepté el castigo, que más castigo que el no tenerte conmigo. Sigo rogando a Dios para que seas feliz, mi amor. ya no importa ¿sabes? ya me acostumbré al dolor.

Cuando era pequeña mi madre cogía un chicote y ponía orden con él , dándole duro a sus hijos  que éramos siete, yo le tenía un miedo horrible porque si te caía un chicotazo era marca segura y el dolor por varios días, sus lugares eran traseros y piernas . Yo la veía coger el chicote  y para mí era el momento de buscar refugio, mi escondite era bajo la mesa  y allí, aferrada  a una de sus patas esperaba que se calmara  la tempestad . Pasaron los años, y ya una mujer adulta, he sentido el impulso de esconderme bajo la mesa  y aferrarme a una de sus patas y buscar su protección, pensé que esos tiempos ya habían pasado, pero no es así, de una u otra forma todos quieren un trozo de mí, y como entonces, tengo miedo, mucho miedo y no tengo nada que reemplace a mi mesa , pero y soy fuerte y hasta el fin de mis días pelearé, y ya no más dejaré que me hagan daño, ya no dejaré que me asusten con el chicote ¡nadie! y volveré a reír, quizá algún día vuelva a reír y la mesa desaparecerá para si

Entre el follaje del jardín encontré un pajarito estaba tan herido y lo vi tan, tan, desvalido, tan chiquito y pequeñito lo cogí entre mis manos y lo sentí asustado, temblar, entonces yo le hablé: no temas amiguito, no temas, no tengas miedo, no te haré daño, ¿Sabes? yo te voy a cuidar hasta que sanes y puedas volar y nuevamente el cielo puedas surcar, y volando, volando, otra vez, chiquito junto al cielo azul estarás. Él, mis palabras pareció entender , entre mis manos lo pude coger, lo cuido con mucho amor. Sanó de sus heridas, hacia el campo abierto yo lo llevé , y allí hacia el espacio infinito, dándole un beso lo dejé ir. Él regresó y dio vueltas a mi entorno varias veces dándome, diciéndome gracias. Yo con mis manos le dije Adiós y él se fue. Yo me quedé triste sin él , pero también muy feliz porque él iba al espacio infinito,  a donde pertenecía , y eso me daba mucha, mucha alegría.

NOSTALGIA Muchas veces siento que la jungla de cemento me quiere devorar, yo lucho para que esto no suceda, no quiero que sea más fuerte que yo. Añoro mis campos verdes, sentir la hierba bajo mis pies desnudos, correr por los campos pasteando mis ovejas ¿qué me hizo venir a esta selva ? donde no existe la verdad, donde no existe la amistad, donde todos corren en pos de algo que muchas veces nunca consiguen ; vine a conocer cómo era, ahora ya lo sé. Miro hacia lo alto de los edificios  y les digo : gigantes sin alma , no me quitarán mi corazón, ni mi alma , dejándome el pecho vacío, ya tengo mi atadito con mis cositas , mañana tempranito me regreso a mis campos donde mi tata y mi mama; arrojaré lejos estos zapatos  y estos trajes , me pondré mis polleras  y mis ojotas, me iré y no tendré patrona que me grite ¡chola tonta! no sabes hacer las cosas , yo le diré ¡adiós señora , quédate con tus soles , que yo tengo un sol en mi tierra , que es grande y hermoso! Correré, por mis campos

Pobre mariposa que ya no puede volar, te cortaron las alas solo te queda soñar, él, ya no está más, la vida sin él rota está ¿qué se hizo el amor? ¿dónde quedaron los días felices? solo queda el dolor. Mariposa, ya no llores, él ya no vuela a tu lado, te dejó sola , ya no llores, ruega que él sea feliz, el amor enriquece, el amor enloquece, que te perdone si tiene algo que perdonar. Mariposa, ya no llores sobre ese amor que ya se fue, no rencores, sino flores, él ya no volverá a ti. Yo sé que tú quieres que él sea feliz, mariposa se te fue el tiempo de amar, ahora solo te queda recordar,mariposa, recordar.