Los Poemas de la Nana

Hoy ha sido un día triste para mis compañeros de clase. Ha muerto uno de nuestros compañeros, tenía 13 años como yo, el próximo mes iba a cumplir 14. Mañana lo acompañaremos a su última morada y tras una loza fría quedarán guardados los sueños de un muchacho que algún día sería un gran futbolista aunque ya lo era, pertenecía a la selección del colegio. Pero no sería cualquier futbolista, sino, uno de los mejores. Me acuerdo de sus palabras y mis ojos están secos pero mi corazón llora. Uno solo cree que mueren las personas mayores pero la dura realidad nos demuestra algo distinto. Que la muerte nos llega a cualquier edad. Hoy me abrace a mis padres, quería sentirme seguros junto a ellos. Se que no es así pero en ese abrazo me di el valor para enfrentar lo que el destino tenga para mi. Pienso en el dolor de sus padres, algo que aun no asimilo muy bien, es que aun soy un muchacho pero esto me ha hecho pensar de forma distinta. La verdad es que me ha enseñado en una sola lección a aprender

La niña sentada En el suelo, lloraba La gente pasaba Y la miraba Más nadie se acerca A consolarla Un niñito se acercó Y con dulzura le preguntó ¿Por qué lloras amiguita? La chiquita le respondió Acaba de morir mamita Y me ha dejado solita Es cierto que tengo abuelita Pero yo quiero a mi mamita El niño la consoló Diciéndole, no llores por ella Ahora, mira al cielo ¿Ves aquella estrella? Sí, la más bella Allí está tu mamita Está junto a la mía Mi mamita cuidará de ella Y yo, cuidaré de ti ¿Quién eres tú? preguntó la niña El niño le respondió Mi nombre es Jesús Y el de mi madre es María