Los Poemas de la Nana

Estoy triste, he perdido a una gran amiga. Tengo muchos recuerdos junto a ella. Era un hermoso ser humano. ¿Que se puede decir en estos casos? Recordar los tantos, tantos momentos gratos en su compañía, las familias de ambas muy unidas. Los festejos familiares, los cantos, las risas, sus hijos, han perdido a una gran madre y yo u a gran amiga. Sé que estás al lado de muestro señor, porque como ya dije, eras una persona que a todos nos dejas muy gratos recuerdos. Gracias por haberme dado tu amistad y tu cariño por tantos años.  La Nana

Tenia 13 años cunado conocí a Serafina , vino a trabajar a la casa vecina a la nuestra. La vi por la ventana barriendo la vereda , fue amor a primera vista. Era delgada , de buen porte , ni alta ni baja , como para mi , con el pelo largo hasta la cintura , unos bellos ojos oscuros que resaltaban en su cara y miraba como si quisiera comerse al mundo , vivos , alegres como dos luceros. De ahí en adelante no deje nunca de verla barrer la calle. Eso significaba para mi dejar la cama a las 6 de la mañana pero el sacrificio valía la pena , movía la escoba alegremente entonando una canción que casi siempre era la misma , para mi era un ángel el que cantaba , pero un día Serafina se planto en mi ventana y me dijo : que tanto me ves mocoso? yo quede frió , pero me di valor para contestarle : te miro a ti Serafina , quisiera ser la escoba para me agarres todos los días , me gustas un montón , su respuesta fue darme un escobazo , se dio la media vuelta y entro a la casa , pero yo por eso no deje

A mi llego tu consuelo yo era ¡nada!  para todos solo una cosita parte del paisaje diario algo que camina por el suelo pero que no tiene mayor importancia a fuerza de verla todos los dias llegaste y volvi a vivir despues de tanto solo existir mi vida volvio a tener razon de ser la vida ahora para mi es bonita me enviolvio en su fragancia acariciaste mi pelo todo trocito de mi piel vibro , vivio , sintio  como explicar tanto anelo consumida de amor en tus brazos  mi oscura vida renacida convertiste en triunfo mi fracaso dijistes entre comillas  "no llores laura"  y nunca mas llore no llores laura  ya nunca mas pené  me hiciste comprender que para amar no importa la edad no hagas caso de la gente de lo que digan por piedad o maldad no se si te encontre muy tarde pero si yo de mi edad no hago alarde dijiste no llores Laura  y llenases mi vida de amor ahora cada instante de mi vida  a tu lado tiene valor el

Las sombras... están otra vez en mi. No sé que hacer para que se alejen. Hacen de todo para hundirme. Quieren hacerme desaparecer. Yo quiero pelear contra ellas, pero ya no tengo fuerzas... o tal vez ya no quiero más lucharlas. Dejaré terminar conmigo, entonces llegará el descanso. Sí, me dejaré morir y así, conseguiré la paz, que tanto busco. No habrá dolor, no habrá ceguera. Ya no querer, ya no desear, no buscar siempre siempre, no más soledad, no más silencio, no más silencio, no esperar que me den migajas, como a un perro hambriento, que espera el cariño la atención, no, ya no más entonces solo entonces: adiós a las sombras. 

El camio  está lleno lleno de espinas mi espalda cansada  más, y más se inclina  quiero caminar derecha erguida altanera pero, el peso de los años no me dejan, no me dejan el dolor, los desengaños  cada vez me funden más  y ya no podre sentir  dicha alegría  él se fue sin retorno  y yo no se vivir  si el no esta más  lo esperan otros brazos  lo espera otro lecho  y ese lecho esta  a quien estrecha  junto, muy jnto a su pecho y yo, ¿ que haré con todo este dolor? seguir, seguir viviendo  y por dentro, por dentro vivir, vivir muriendo.

En la gran casa de Mariela, había un gran y hermoso jardín. La chica allí a sus amiguitas del colegio, adolescentes todas ellas, que recién se asomaban a la vida. Su lar preferido era el jardín, en medio de el había una glorieta con comodos asientos. Cuando ahí se reunían, hablaban de sus sueños. En ese momento, hablaba Rosa Maria: yo quiero estudiar para ser doctora de niños, porque los chiquitos me encantan y que mejor que curar sus males. Rebeca dijo: yo quiero ser arquitecta, hacer muchos edificios para que todos tengan una vivienda donde estar. Teresita, la traviesa, la que siempre tenia el chiste oportuno y la risa alegre y contagiosa, soprendió a todas cuando dijo: yo seré monja, misionera, esa es mi vocación y lo que más deseo. Todas quedaron con la boca abierta del asombro. No, no es posible, si a ti te gustan las fiestas, el buen vestir y todo lo que sea diversión y todo lo que sea pasarlo bien. Teresita les dijo a todas que lo sabía y que le costará convencer a sus padres, y