Los Poemas de la Nana

  Ven, ven mi niño, Tú eres el rayito de luz que tanto, tanto necesito para iluminar esta oscuridad. Ven, ven mi niño que al llegar tú, las tinieblas y el dolor y la tristeza se van . Así, así, abrázame fuerte que sienta tu calor y tu amor. Ven , ven mi niño. Mira cariño aquí está la mamá ¿Sabes mi chiquito, tú eres el regalo, que el buen Dios, a papá y a mí no dio. ¡Mira llegó papá! ¡Hijo, ya no hay tinieblas, el buen Dios me escuchó!

Eso es lo que pensé  Que una noche de un día, tú, tú me amarías,  mataste mis ilusiones dejaste vacío mi corazón. Esa noche de un día nunca, nunca llegó. Tú dormías en otro lecho y mi ser quedó deshecho, ya no quiero más verte,  mi querer se fue con el viento, se fue con el sufrimiento. Ya no me busques , dejé de quererte  esa noche de un día; esa noche en que tú me amarías, tú con  otro amor dormías. Nuestra novela de amor llegó a su fin, terminó esa noche de un día, una mujer lloraba al hombre que perdía.

 ¿PAPÁ?¿HIJITA? La temible pantera se paró frente a la temblorosa ovejita y mirándola como a miserable gusano, le dijo: ¿ y tú , microbio , qué haces aquí? tan solita; ya comí, si no de un bocado te pasaba sin pasaporte a mi estómago ; la ovejita le respondió ¿quién es usted, señora de negro, la pantera le contestó : soy Carlota la terrible , terror negro de la selva, ya deja de preguntadera y contéstame, qué hace aquí; la ovejita le dijo: estaba con mamá  y papá; vino un señor con manchas, manchas en el cuerpo; ¡AH! dijo la pantera , fue mi compadre Sansón,  _él se los comió; mirándola _¿ y ahora , qué hago contigo? se rascó la cabeza y le dijo:-_ven conmigo, la ovejita la siguió y fueron al refugio de la doña ; nuevamente preguntó ¿cómo te llamas? la ovejita respondió, me llamo Toñita, ese nombre me lo puso mi mamita; la pantera le dijo _ ven, sígueme ._Mira te dejo aquí, así tengo carne fresca para cuando tenga hambre.   💖 Pasaron los días y no se la comía. _Mira, Toñita , salgo y

Caminé por aquel jardín lleno de color y aromas, pensé qué lugar tan hermoso, caminé y caminé en medio de él, hasta llegar a su fin y allí estaba una hermosa flor, me incliné para llevarla conmigo; una voz , me detuvo y me dijo: no, no la corte señora, déjela, déjela, por favor, se lo ruego, déjela vivir se la arranca , la condenaría ¿sabe? ¿señora? a morir no, no lo haré, eso nunca, en mis manos, no dejaría jamás, jamás, de existir. Vive, vive hermosa para que otros ojos vean la obra de nuestro buen Dios, su obra maravillosa .

¿Escuchas los latidos de mi corazón? En cada latido grita, grita, tu nombre porque el te eligió Para amarte, amarte Sin preguntar, sin condiciones  Para mí, eres solo mi hombre Para mí, te llamas "amor" Te quiero cuando me haces feliz Te quiero cuando me causas dolor ¿Sabes por qué? Porque así se debe querer  Mi corazón, late, late fuerte, fuerte, con tan solo verte Cada trozito de mi piel te llamas, te llama Y cuando estás a mi lado, Oh Dios, las puertas del cielo se abren para mi Gracias, querido mío  por quererme tanto, tanto Como yo, mi vida cómo yo a ti

El niño recibió la carta de las manos de su madre moribunda y escuchó las últimas palabras que ella le dirigía, !hijo¡ irás a la di rección escrita en este sobre y solo la entregarás a él, cuando ya no esté contigo viajarás a esa dirección, Hijo mío, mi pequeño, solo tienes nueve añitos y te dejo, pero nuestro señor quiere que sea así y me llama a su lado...y con él me iré pero siempre aunque no me veas estaré junto a ti cuidándote, una persona de mi entera confianza se encargará de todo, ahora mi niño prepara tu mochila,¡toma, coge el sobre y vete! la persona indicada cogió al niño de la mano y se fue con el, la despedida de la madre e hijo fue muy dolorosa, el niño partió de la mano del señor que lo llevaría a una ciudad cercana, encontraron la dirección y al tocar la puerta de la casa, apareció un hombre, miró al niño y sonriendo le dijo:¡Si! dime jovencito, ¿en qué te puedo  servir? el encargado le preguntó el nombre al hombre de la puerta y era el mismo nombre escrito en el sobre