Tu mi remanzo
Un día muy lejano
hasta esta tierra llegué.
Tierra bendecida que tanto amo
y ya no más me alejé,
con lo brazo abiertos,
en su seno de madre buena,
Tacna me acogió.
Mi corazón hasta entonces,
dolorosamente desierto,
a su remanzo de paz
y de amor infinito por fin llegó.
Cuando por tus calles camino,
mis ojos se llenan de ti.
Cuando distante,
me encontraba,
desesperadamente,
en el regreso soñaba.
Yo olvidarte ya jamás pude.
Eres tierra buena,
la belleza de tus plazas.
el gran corazón de su gente.
Cuando se hecha raíces,
cuando en ti se forma mi hogar.
En ti se aprende a vivir,
aquí se desea morir.
Los que somos tacneños de corazón
y por serlo somos felices,
entonces estamos perdidos,
todo lo anterir queda en el olvido
pero perderce en tu cariño.
Tacna queqerida.
es como vivir adelantando,
por Dios, la ternura prometida.
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